Estudio de caso 1, tratamiento y seguimiento

¿Cómo se trató la herida?

En primer lugar, se limpió la herida con solución salina. Se aplicó una pomada a base de miel sobre una gasa con vaselina. Se utilizaron compresas de material no tejido y se fijaron con un vendaje.

El primer seguimiento de la herida se hizo a las tres semanas, el día 27 de noviembre de 2018.

Se efectuó un nuevo análisis TIME (apartado 2.3) como parte de este seguimiento:

Una evaluación vascular mostró que no había oclusión arterial. No obstante, sí había un poco de edema en la pierna; la paciente se negó a ponerse vendajes compresivos.

En primer lugar, se le limpió la herida con solución salina. La paciente tenía en su casa apósitos de contacto de silicona, que era lo que utilizaba en lugar de la pomada a base de miel. Además, se le aplicaron compresas de material no tejido y se fijaron con un vendaje. Tras el seguimiento, se prescribió un cambio de apósitos cada dos semanas.

El segundo seguimiento de la herida se hizo el 8 de enero de 2019, dos meses después de la primera consulta:

El análisis TIME de la herida arrojó los siguientes resultados:

Una vez más, la muestra de la herida fue positiva, y no había progresión. Se limpió la herida con solución salina y durante la ducha de la paciente. Puesto que el lecho de la herida sangraba fácilmente, se eligió un vendaje que no tuviera que cambiarse todos los días y se le aplicó un apósito de hidrofibra de plata dos veces a la semana. Se continuó con las compresas de material no tejido y los vendajes para fijarlas.

Se efectuó un último seguimiento el 22 de enero de 2019.

En él, se vio que la herida se había cerrado. Se garantizó que la piel se mantenía hidratada con una crema lipofílica de uso diario.

En la siguiente sección veremos más detalles del caso.