“Querer cuidar mi salud no significa que mi criatura sea menos importante”
Expresarte y buscar ayuda ante problemas de salud física y/o mental después del nacimiento de tu hijo/a puede ser difícil o vergonzoso. Escuchemos a Moira e Yvonne, madres del estudio MAMMI, de cómo se sintieron cuando hablaron con un profesional sobre sus problemas de salud después del nacimiento de sus bebés.
La historia de Moira
Creo que las nuevas madres a menudo sienten que deberían estar felices de tener una criatura sana, por lo que tienden a ignorar sus propios problemas de salud. También hay una falta de conocimiento y un estigma en torno a la salud de las mujeres durante el postparto. A menudo suponemos que lo que estamos experimentando es normal después de tener un bebé, e incluso, a veces nos da vergüenza hablar sobre cosas como la incontinencia, la salud sexual o los problemas de salud mental perinatal.
Mi profesional de referencia (matrona, médico, enfermera) me tranquilizó cuando señaló que querer ser una mujer sana no significa que mi bebé sano sea menos importante.
Fue tranquilizador escuchar que mi bebé y yo éramos importantes.
No hay razón para estar avergonzada o preocupada. Puede ser útil escribir cualquier pregunta que tengas antes de tu revisión posnatal a las seis semanas. Tenerlo escrito frente a ti podría darte el valor de mencionarlo en la consulta.
La mayoría de los problemas se pueden curar, o al menos mejorar si ves a la persona adecuada. Si tu matrona ante determinadas situaciones no puede ayudarte, puede valorar la situación y derivarte a otro profesional de la salud para trabajar conjuntamente y ayudar ante cada situación.
La historia de Gemma: 39 años madre de tres niños de 9 años, 7 años y 6 meses
En el postparto de mi tercer embarazo me ofrecieron participar de un taller para la recuperación del suelo pélvico. Era un taller colectivo, de varias sesiones, e impartido por una matrona especializada. La experiencia fue muy positiva, porque en todo momento la profesional habló de forma clara sobre todos los temas relacionados con el suelo pélvico: desde la incontinencia de orina hasta el aspecto físico de la zona, pasando por las relaciones sexuales. Las participantes pudimos profundizar sobre ellos, y poco a poco fuimos perdiendo el pudor a comentar algunos aspectos íntimos que en una consulta difícilmente hubieran siquiera llegado a surgir.
El taller era eminentemente práctico y los ejercicios que finalmente se trabajaban eran los Kegel, que ya me habían recomendado en los otros postpartos. La diferencia fue que anteriormente la matrona se había limitado a darme una hoja explicativa para su práctica en casa. Con mi participación en el taller entendí que tan importante es que se genere un clima óptimo y se disponga del tiempo para exponer la información y gestionarla, como el que las mujeres nos concienciemos de que la maternidad deja huella en nuestros cuerpos y que tenemos derecho a reivindicar su importancia, y por tanto a exponerlo con libertad ante los profesionales de la salud hasta que consideremos que la recuperación es satisfactoria.
La historia de Yvonne
Después del nacimiento de mi bebé, me enfrenté al desafío desalentador de cómo lidiar y manejar la ansiedad posnatal. En los primeros días después del nacimiento, tuve el habitual síndrome del “baby blues” (tristeza posparto), estaba irritable y tenía muchas ganas de llorar, pero se pasó después de una semana más o menos. Luego, unas semanas más tarde, los sentimientos de estar agobiada aparecieron nuevamente, estos eran sentimientos de estar constantemente al límite, siempre luchando contra el tiempo, ¡nunca había suficiente! Sentía que tenía que tener la casa perfecta, las comidas a tiempo y la criatura y yo siempre debíamos estar “presentables”.
La ansiedad posnatal tuvo un gran impacto en mi vida familiar y en la relación con mi pareja, mis padres y mis amigos. Me convertí en un “libro cerrado”. Tuve mucha suerte de contar con el apoyo de mi pareja y mis padres, pero aun así sentía que estaba haciendo todo por mi cuenta. Me sentía sola. Desde el exterior, mi familia podía ver lo tensa que estaba (me había obsesionado con limpiar la casa), pero cuando me preguntaban si estaba bien, siempre respondía de manera habitual: “Sí, todo está bien. Todo pasará”…
Pero por dentro estaba gritando pidiendo ayuda, solo quería algo que me quitara la sensación de ansiedad, que me permitiera tener tiempo para mí misma, para hacer las tareas del hogar. Oh dios, otro pañal sucio, al bebé se le ha de preparar otro biberón, la ropa para planchar se está acumulando – esto es demasiado, simplemente no puedo soportarlo, no puedo soportar esto …
Sabía que algo no estaba bien. Aquí estaba con esta preciosa criatura, tiempos emocionantes por delante, alguien a quien cuidar y atesorar, pero cada mañana me despertaba llorando y temiendo el día que tenía por delante …
Ante la situación de Ivonne ¿dónde buscar ayuda?
En España, los cuidados y atención que se dan durante la maternidad forman parte de la cartera de servicios del sistema público, es la matrona la que realiza los diferentes controles durante el embarazo y el posparto y a las 6 semanas después del nacimiento de la criatura realiza un control que permite valorar el estado de salud de cada mujer y su criatura, además de hacer el seguimiento del bebe por parte del equipo pediátrico de atención primaria. La visita de las 6 semanas permite cerrar el periodo de posparto.
Los problemas de salud mental cómo la ansiedad que se describen, en este caso por Ivonne, se han de explicar a la matrona, o al profesional de la salud de referencia. En algunas comunidades autónomas como Cataluña, se dispone de atención psicológica en los servicios de atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR) en otras comunidades esta atención está accesible en los centros de salud mental, previa derivación por parte habitualmente del profesional de referencia de la mujer. Los profesionales de la medicina de familia trabajan también conjuntamente con las matronas y pueden establecer el tratamiento necesario para mejorar la sintomatología de la ansiedad, o depresión.
También existen servicios de salud mental perinatal en algunos centros hospitalarios que se coordinan con los servicios de atención primaria.
Es importante que expreses cómo te sientes emocionalmente, que dificultades tienes en tu maternidad para poder recibir el asesoramiento adecuado.
A veces el asesoramiento y el apoyo no es suficiente y se requiere el uso de fármacos para mejorar la situación, en estos casos será el/la medico de familia o el/la psiquiatra que controlará la evolución y mejora de los síntomas de ansiedad i/o depresión.
Lo importante es poder valoraran cada caso y poder ver cuál es el tratamiento más adecuado, por eso es fundamental que no esperes y que compartas con la matrona o tu profesional de referencia lo antes posible tus sentimientos y emociones. La atención psicológica que disponemos en el sistema público también puede ayudar en gran medida.
Por tanto, no esperes, podemos ayudarte y comprendemos estas situaciones, no te avergüences de estos sentimientos, o sensación de incapacidad en la gestión de la maternidad, si consultas podemos valorar si forma parte de la adaptación a la nueva situación o requiere de una atención mucho más específica en salud mental.
En el siguiente paso, echaremos un vistazo a cómo hablar sobre nosotros y nuestra propia salud.
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