Agentes antimicrobianos comunes

Los antibióticos se utilizan extensamente en el tratamiento de las infecciones bacterianas. Se han utilizado a lo largo de la historia, pero Alexander Flemming los revolucionó más notablemente en el siglo XX cuando descubrió la penicilina. En la actualidad, existen más de cien tipos de antibióticos disponibles, pero unos pocos son los que más se conocen y se recetan a menudo a los pacientes.

Amoxicilina

La amoxicilina es un derivado semisintético de la penicilina y pertenece a la clase de antibióticos β-lactámicos. Como se mencionó en un punto anterior, los antibióticos de la clase β-lactámicos se dirigen a la pared celular. La amoxicilina inhibe los enlaces cruzados de las cadenas poliméricas de peptidoglicano que son un componente de la pared celular y se describe como bactericida. La amoxicilina se puede clasificar como un antibiótico de amplio espectro, ya que es eficaz contra una variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas como Salmonella, Escherichia coli, Haemophilus influenzae, Shigella, Proteus mirabilis, Neisseria meningitidis, estreptococos y enterococos, entre otras.

Como antibiótico de amplio espectro, la amoxicilina se usa para tratar una gran variedad de infecciones como:

• Infección del oído medio
• Infecciones de la piel
• Infecciones del tracto urinario
• Infecciones respiratorias como faringitis estreptocócica y neumonía.
• Infecciones por Helicobacter pylori, como las úlceras de estómago junto con un inhibidor de la bomba de protones y un antibiótico macrólido.

Como ocurre con la mayoría de los antibióticos, pueden producirse algunos efectos secundarios. Los efectos adversos generales observados con la amoxicilina son comunes a todos los β-lactámicos, como las erupciones cutáneas, las náuseas y los vómitos. Sin embargo, algunos niños a los que se les prescribe amoxicilina desarrollan una erupción no alérgica. Esta no es dañina, pero no se puede distinguir fácilmente de una reacción alérgica peligrosa, por lo que se necesitan profesionales médicos experimentados para poder distinguir entre ambas.

Ciprofloxacina

La ciprofloxacina pertenece a la clase de antibióticos de las fluoroquinolonas. Como se mencionó anteriormente, las fluoroquinolonas actúan en la síntesis del ADN. Este antibiótico en particular inhibe la topoisomerasa tipo II (ADN girasa) y la topoisomerasa IV que son necesarias para separar el ADN bacteriano. Por lo que, al inhibir el despliegue del ADN evita que se produzca la división celular. De manera similar a la amoxicilina, la ciprofloxacina es bactericida y es un antibiótico de amplio espectro. Aunque la ciprofloxacina es eficaz contra algunas bacterias grampositivas, es más potente contra bacterias gramnegativas como Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa, Legionella pneumophila, Moraxella catarrhalis y Klebsiella pneumoniae.

Como antibiótico de amplio espectro, la ciprofloxacina se usa contra una serie de infecciones como:

• Infecciones del pecho, incluidas algunas formas de neumonía.

• Conjuntivitis
• Endocarditis
• Prostatitis
• Infecciones de transmisión sexual
• Infecciones de ojos y oídos
• Infecciones de piel y huesos

Un efecto secundario conocido de la ciprofloxacina es que puede afectar los tendones, con un mayor riesgo de tendinitis o rotura de tendones en los mayores de 60 años o en aquellos con trasplantes o que usan corticosteroides. Al igual que con todas las fluoroquinolonas, el ciprofloxacino está asociado con un mayor riesgo de toxicidad cardíaca. El ciprofloxacino es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, ya que es lipofílico y se asocia con un mayor riesgo de convulsiones, dolores de cabeza, insomnio, mareos y un menor porcentaje de efectos graves en el SNC como la psicosis, las alucinaciones, la ansiedad y los intentos de suicidio, entre otros.

Fidaxomicina

La fidaxomicina es un antibiótico de espectro reducido. Es el primer miembro de la clase de antibióticos tiacumicinas. Las tiacumicinas son parte de la clase de fármacos macrólidos que se actúan principalmente en el ribosoma e inhiben la traducción. Sin embargo, la fidaxomicina interfiere con las regiones de cambio de la ARN polimerasa que se requiere para la apertura del ADN bicatenario, lo que altera el inicio de la transcripción. Como antibiótico bactericida de espectro reducido, la fidaxomicina se usa principalmente para tratar infecciones por Clostridium difficile como la diarrea, aunque es eficaz contra algunas bacterias grampositivas, solo está autorizado y aprobado para tratar infecciones por Clostridium difficile. Como ocurre con todos los antibióticos, pueden producirse efectos secundarios. Para la fidaxomicina, los efectos secundarios pueden ser náuseas, vómitos, erupción cutánea, picazón, hinchazón, dolor de estómago y diarrea.

Estos son solo algunos ejemplos de los diferentes antibióticos que se usan comúnmente para tratar infecciones microbianas. Tal como hemos descrito, cada mecanismo de acción es diferente y el antibiótico utilizado depende de su espectro de actividad, la especie de infección que se va a tratar y muchos otros factores clínicos.

En el siguiente paso, cuéntanos algo de tu experiencia con los antimicrobianos comunes.