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Prevención y respuesta a la violencia, la negligencia y el abuso contra los niños en el hogar durante la COVID-19 y otros BEI

Se presentan las medidas para prevenir la violencia, la negligencia y el abuso contra los niños en el hogar y darles respuesta durante la COVID-19

Los datos muestran que la violencia contra los niños en el hogar aumentó en el contexto de la pandemia de COVID-19 y otros brotes de enfermedades infecciosas. Por ejemplo, en una encuesta de World Vision, el 81% de los niños y jóvenes dijeron sufrir violencia en sus hogares, en la comunidad y en línea desde el inicio de la pandemia de COVID-19.

Los factores de riesgo de violencia, abuso y negligencia se agudizan para los niños que están confinados. Al mismo tiempo, algunas medidas de prevención de la COVID-19 interrumpen los sistemas de protección formales e informales que generalmente detectan los riesgos de los niños y les dan respuesta, además de privarlos de las relaciones positivas y de apoyo de las que dependen cuando están en peligro, por ejemplo en la escuela, en la familia extendida y en la comunidad.

Los derechos de los niños a la seguridad y la protección, como se describe en la Convención sobre los Derechos del Niño y las Normas Mínimas para la Protección de la Niñez y Adolescencia en la Acción Humanitaria, están amenazados como resultado de los factores de estrés relacionados con la COVID-19.

Proteger a los niños de la violencia, el abuso y la negligencia en el hogar durante la COVID-19 y otros brotes de enfermedades infecciosas exige que todos los sectores adopten medidas coordinadas. A continuación se describen posibles acciones y adaptaciones a los enfoques y servicios habituales de protección de la infancia:

PREVENCIÓN

Influir en las normas sociales y los comportamientos relacionados para salvaguardar mejor a los niños en el hogar.

  • Identificar los mecanismos de afrontamiento positivos y negativos o los comportamientos que se ven reforzados o exacerbados por la pandemia (por ejemplo, el consumo de alcohol).

  • Desarrollar mensajes adecuados en función de la edad y la cultura para reforzar los comportamientos positivos y desalentar los negativos.

  • Difundir mensajes a través de medios de alta y baja tecnología apropiados al contexto, incluidos Internet, mensajes de texto, estaciones de radio locales, altavoces y otras soluciones.

  • Trabajar con líderes comunitarios y religiosos para crear conciencia e influir en el comportamiento positivo.

  • Incluir información sobre la protección de los niños contra la violencia, el abuso y la negligencia durante la COVID-19 y otros BEI; en mensajes de salud pública, plataformas educativas y programas vigentes.

Brindar acceso a recursos para una crianza positiva.

  • Proporcionar a los padres y cuidadores, incluidos aquellos a los que es difícil llegar, una variedad de recursos accesibles que apoyen la crianza positiva, la disciplina no violenta y las habilidades de afrontamiento positivo y manejo del estrés.

  • Fortalecer el papel de las escuelas y los actores educativos para apoyar a los niños que están en peligro.

  • Ayudar a los niños a restablecer el sentido de la rutina educativa a través de la educación a distancia y trabajando con entidades públicas y privadas para brindarles acceso a educadores, materiales educativos y, cuando sea posible, opciones de aprendizaje virtual y a distancia (por ejemplo, programas de radio, acceso a Internet, computadoras portátiles y tabletas).

  • Brindar a los niños acceso continuo a la consejería en la escuela a través del apoyo telefónico o en línea cuando no sea posible el contacto presencial, permitiendo que los consejeros u otro personal escolar pertinente sigan monitoreando el bienestar de los niños pertenecientes a familias en riesgo.

  • Trabajar con niños en riesgo para desarrollar planes de seguridad personal.

DETECCIÓN Y DENUNCIA

Fortalecer y adaptar las líneas de ayuda para niños.

  • Proporcionar recursos adicionales a fin de adaptar y fortalecer las líneas de ayuda para niños para que funcionen en el contexto del BEI, incluida una mayor capacitación de consejeros de BEI adaptada a los niños y estrategias de derivación adaptadas y pertinentes.

Sensibilizar a una variedad de profesionales sobre su papel en la identificación y denuncia de signos de abuso o negligencia.

  • Alertar a los profesionales que puedan tener contacto con niños a pesar de las medidas de distanciamiento físico (por ejemplo, farmacéuticos, personal médico, personal escolar, policía, personal de primeros auxilios) sobre su papel en la detección y denuncia de señales de violencia, abuso y negligencia.

SERVICIOS DE BIENESTAR INFANTIL Y FAMILIAR

Apoyar a las familias que están en peligro.

  • Brindar asistencia de emergencia en efectivo a las familias vulnerables para mitigar el impacto de los BEI en los medios de vida.

  • Fortalecer las capacidades del personal de servicios sociales para apoyar a los niños y las familias que enfrentan problemas que pueden haber aumentado debido a la pandemia, como la enfermedad mental, la discapacidad o la drogodependencia de los cuidadores, o la violencia doméstica.

Designar y apoyar la protección de la infancia como un servicio esencial.

  • Apoyar a las autoridades de protección de la infancia para que cumplan con sus obligaciones legales durante toda la respuesta al BEI.

  • Apoyar a los trabajadores parasociales y otros trabajadores de protección de la infancia a nivel comunitario para que brinden servicios en entornos frágiles donde las autoridades de protección de la infancia no están presentes.

  • Empoderar a los proveedores de servicios sociales para que evalúen eficazmente el riesgo del apoyo presencial comparado con el apoyo telefónico o en línea (tanto para casos nuevos como preexistentes), teniendo debidamente en cuenta la seguridad de los niños que están en riesgo de violencia, y para que realicen visitas domiciliarias cuando sea necesario.

  • En situaciones en las que los trabajadores de servicios sociales interactúan personalmente con personas enfermas o sus contactos directos, proporcionar el equipo de protección personal adecuado según las directrices de la OMS o los mandatos nacionales.

Servicios especializados para niños y familias

  • Adaptar y continuar la prestación de servicios que mitiguen los factores de riesgo de violencia, abuso y negligencia (por ejemplo, salud mental o abuso de sustancias en los cuidadores, violencia doméstica).

  • Adaptar y continuar intervenciones clave de protección de la infancia en entornos humanitarios preexistentes que apoyan a los niños, las familias y las comunidades y promueven la unidad familiar.

  • Ampliar la capacidad del sistema de cuidado alternativo basado en la familia para evitar que se recurra innecesariamente a la atención residencial durante la pandemia.

  • Brindar servicios virtuales especializados de salud mental y apoyo psicosocial a los niños que están experimentando traumas cuando las medidas de salud pública impiden el contacto presencial.

Su tarea

¿Cuáles cree que son las recomendaciones más críticas para reducir la violencia, el abuso y la negligencia contra los niños en el hogar durante la COVID-19 u otros BEI en su contexto? Describa sus recomendaciones y las razones para seleccionarlas.

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Protección de la infancia durante los brotes de enfermedades infecciosas

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