Caso práctico: Wasteless

Wasteless es una start-up fundada en 2016 en Israel, con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos en los supermercados utilizando un software de precios dinámicos [1].

La idea es vender alimentos frescos en el punto óptimo de su vida útil, a un mejor precio. Esta solución utiliza un método de inteligencia artificial (IA) llamado “aprendizaje de refuerzo”, que cambia automáticamente el precio del producto en función de la fecha de caducidad y el volumen de un producto [2]. Cuanto más cerca esté el alimento de su fecha de caducidad, menor será el precio. Los precios ajustados se muestran en etiquetas electrónicas que también muestran el precio original del producto y su fecha de caducidad, o en línea para comercio electrónico [3].

Wasteless permite a los empleados escanear las cajas entrantes de productos con un smartphone Android o un escáner de código de barras PDA. La tecnología de Wasteless reconoce entonces la fecha de caducidad del producto y el número de artículos en cada caso y carga toda esa información en su sistema central. Se puede acceder a la información a través de la aplicación móvil Wasteless, que los minoristas pueden integrar en su propia plataforma de seguimiento de inventario. Esto ayuda a los supermercados no solo a mejorar sus ingresos y márgenes, sino también a reducir sus desechos.

Etiquetado dinámico del estante que muestra los distintos precios de los productos con diferentes fechas de caducidad. ©Wasteless

Con su nuevo sistema, Wasteless pretende ayudar a los supermercados a alcanzar el nivel superior de la jerarquía de uso de alimentos – prevención, y reducir los propios desperdicios de alimentos, en lugar de depender de soluciones externas como organizaciones benéficas (por ejemplo, donar alimentos excedentes para alimentar a los necesitados) o reciclaje de alimentos (por ejemplo, desviar los desperdicios de alimentos de los vertederos para un fin económico como alimentación animal, compost, etc.). Esto maximiza los beneficios económicos, sociales y medioambientales y limita la demanda innecesaria a través de la cadena de suministro [4].

En 2018, la Universidad de California realizó un estudio para investigar los efectos de Wasteless en una tienda de Madrid y descubrió que el desperdicio de alimentos se redujo un 32,7 % en cinco años y el beneficio aumentó un 6,3 % [5]. También se descubrió que dos tercios de los consumidores eligieron el artículo con el precio con descuento, en lugar del precio original. Sin embargo, el estudio no siguió los alimentos al consumidor, por lo que no está claro si los residuos se eliminarán más abajo de la cadena de suministro y acabaran en la basura de los compradores. En 2020, el supermercado de franquicia Intermarché anunció que introduciría Wasteless para reducir el desperdicio de alimentos [6].

¿Ha visto esta tecnología en uso? ¿Cuáles son las ventajas o desventajas desde la perspectiva del consumidor?