Movimientos sociales para reducir el desperdicio alimentario

Como ha visto en las dos últimas semanas, además de los gobiernos, hay muchos movimientos sociales, organizaciones y personas que dirigen sus acciones hacia la reducción del desperdicio de alimentos.

Y hay muchas motivaciones diferentes: reducir la pobreza alimentaria; política y anticapitalismo; preocupación por el medio ambiente; valorar la preparación alimentaria tradicional; construir comunidad compartiendo comidas y alimentos. Algunos movimientos se han convertido en organizaciones internacionales con campañas y actividades destinadas a concienciar e inspirar a la sociedad a hacer algo sobre el escándalo del desperdicio de alimentos. Estos son algunos sobre los que puede estar interesado en obtener más información.

Slow Food

El movimiento Slow Food se fundó en 1987 en Italia como respuesta al auge de la cultura de la comida rápida. El objetivo era preservar las tradiciones culinarias italianas locales y los productos alimenticios regionales. Se ha convertido en una organización internacional que aboga por la producción de alimentos locales sostenibles, la preservación de la biodiversidad y la reducción del desperdicio de alimentos. La misión de Slow Food establece que los alimentos deben ser buenos, limpios y justos.

Food Sharing

En 2012 se inició en Alemania un movimiento dirigido por voluntarios para combatir el desperdicio de alimentos estimulando el compartido de alimentos. Utiliza una red social o una plataforma en línea para distribuir alimentos entre los usuarios registrados. En abril de 2020, Food Sharing en Alemania ha ahorrado más de 32 millones de kilos de alimentos, todo ello conseguido por voluntarios que se organizan en su propio tiempo para luchar contra el desperdicio de alimentos.

Friganismo

El friganismo es un conjunto de prácticas que apuntan al desperdicio de alimentos como un acto político y como una forma de autoaprovisionamiento alternativo. Los friganos suelen ser anticonsumistas, viviendo de los alimentos desechados por, por ejemplo, ‘dumpster diving’ que implica examinar la basura comercial para encontrar alimentos comestibles. Dependiendo del país y de su legislación, la actividad puede ser punible.

Stop Wasting Food

El mayor movimiento de Dinamarca contra el desperdicio de alimentos está liderado por la activista Selina Juul. Comenzó en 2008 cuando Juul lanzó un grupo de Facebook que más tarde se convirtió en una organización sin fines de lucro llamada Stop Wasting Food (Stop Splid Af Mad). Juul empezó a publicar editoriales de opinión y artículos sobre el desperdicio de alimentos en periódicos daneses e internacionales, muchos de ellos coescritos con destacados políticos. También colaboró con chefs daneses para publicar “Stop Wasting Food: A cookbook and more”. La organización ha contribuido a un hito importante: Dinamarca ha logrado reducir el desperdicio de alimentos en una cuarta parte en cinco años.

Aquí hay un corto documental de BBC TV sobre el Vigilante de Desperdicio de Alimentos de Dinamarca.

Chefs famosos y política alimentaria

Los chefs famosos, especialmente en Reino Unido, también son participantes destacados en la agenda de política alimentaria. En 2011, el famoso chef británico Hugh Fearnley-Whittingstall filmó una serie de programas de televisión que investigaban las prácticas actuales en la industria pesquera. La serie dio lugar a la campaña «Hugh’s Fish Fight», encaminada a modificar las leyes y los acuerdos de la UE que dan lugar al descarte y al desperdicio de la mitad del pescado capturado en el Mar del Norte. La campaña obtuvo mucho apoyo de las ONG, la industria pesquera y los responsables políticos locales y nacionales, así como del público en general. En 2016, organizó una serie de la BBC «Hugh’s War on Waste» donde investigó el desperdicio de alimentos en toda la cadena de suministro. El programa ha puesto de relieve el problema de las estrictas especificaciones estéticas para los productos frescos de los supermercados, que ha estudiado en el Paso 3.2.

Escritores sobre residuos alimentarios

Waste: Uncovering the Global Food Scandal (2009) de Tristram Stuart, y American Wasteland: Why America Throws Away Almost Half Its Food (and What We Can Do About It) (2011) de Jonathan Bloom son ejemplos de autores exitosos que popularizan la agenda política en torno al desperdicio de alimentos. Estos dos libros han recopilado estadísticas y resaltado el alcance del problema de una manera popular y accesible. Los libros han dado a sus autores una plataforma para su activismo. Stuart, por ejemplo, ha organizado eventos como ‘Feeding the 5000’, fundó el grupo de medioambiental Feedback y la start-up ToastAle.

Feedback

Feedback es una organización medioambiental fundada en 2013 que hace campaña para acabar con el desperdicio de alimentos en todos los niveles del sistema alimentario. Trabajan con gobiernos, instituciones internacionales, empresas, ONG y el público para cambiar la actitud de la sociedad hacia el desperdicio de alimentos. Las iniciativas relevantes incluyen la Red de Gleaning de Feedback con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos a nivel de las explotaciones y Feeding the 5000.

Otras organizaciones benéficas y ONG

Las organizaciones que redistribuyen alimentos desechados, como Second Harvest en Estados Unidos y FoodCycle o FareShare en Reino Unido, han negociado acuerdos con los principales minoristas de alimentos para desviar los alimentos excedentes del flujo de desperdicios y llevarlos a las cocinas comunitarias con el objetivo de reducir la pobreza alimentaria y los desperdicios.

Tarea

Tómese un tiempo para investigar estos movimientos. ¿Le inspira unirse a uno? ¿O comprar un libro o ver una serie de televisión? Comparta cuál le inspira más y por qué en los comentarios a continuación.