La microbiota intestinal en ancianos

Este artículo abarcará la cuestión de la microbiota intestinal en ancianos. ¿Qué cree que le sucede a la microbiota intestinal en ancianos? ¿Qué tipo de cambios se asocian al envejecimiento? Este artículo le permitirá conocer los cambios que experimenta una persona durante el proceso de envejecimiento.

Durante este proceso se producen muchos cambios. Algunos de estos pueden afectar a la dieta, incluidos los cambios en los dientes, lo que resulta en una masticación ineficiente y una peor descomposición de los alimentos; también suele producirse una reducción en la percepción del gusto. Además, se producen cambios en los niveles de actividad y el estilo de vida. El resultado es que, con el avance de la edad se producen cambios en la dieta, que posteriormente afectan a la comunidad microbiana.

Concretamente, los cambios asociados al envejecimiento incluyen:

• Menores cantidades de bifidobacterias
• Mayor degradación de las proteínas, menos AGCC (ácidos grasos de cadena corta)
• Inflamación
• El modo es que estos cambios coinciden con una mayor susceptibilidad a las infecciones

Tras comparar la microbiota de los voluntarios de edad avanzada con la de adultos más jóvenes, con frecuencia se han asociado menores niveles de bifidobacterias al grupo de mayor edad. Las bifidobacterias son un grupo de bacterias que tienen asociados beneficios para su huésped, por lo que este cambio podría resultar preocupante. Además, tiende a aumentar el número de bacterias que descomponen las proteínas, mientras que disminuyen las que producen ácidos grasos de cadena corta.

Los cambios microbianos que se producen con el envejecimiento coinciden con cambios experimentados en el sistema inmunitario. A medida que envejecemos, las barreras epiteliales se debilitan, haciéndonos más susceptibles a las infecciones. Además, los cambios en la función inmunológica pueden mermar nuestra capacidad de reconocer patógenos, junto con la aparición de un mayor nivel de inflamación. Con un cuerpo menos equipado para combatir patógenos, estos cambios coinciden con muchas infecciones distintas . Resulta alentador que los estudios en los que se han intervenido para aumentar los niveles de bacterias beneficiosas para la salud también hayan dado lugar a una reducción de los niveles de inflamación y a un aumento de las células destructoras de patógenos. Así, existe la posibilidad de emplear intervenciones dietéticas (por ejemplo, prebióticos y probióticos) para modular la dieta e influir en el sistema inmunitario.

De este forma, nuestra microbiota progresa con nosotros durante el proceso de envejecimiento y está sustentada por los alimentos que consumimos. A menudo, los cambios en nuestra microbiota a lo largo de la vida se relacionan con los cambios que realizamos en nuestros estilos de vida y, que en última instancia, puede afectar a nuestra salud. Si valoramos la importancia de nuestras bacterias intestinales podemos ayudarles a que trabajen para nosotros.