La microbiota intestinal en adultos

Este artículo se centra en la microbiota intestinal en adultos. Considerando lo aprendido hasta ahora, ¿cuáles son los factores que afectan a la microbiota intestinal? ¿Cree que nuestros hábitos durante la edad adulta pueden influir en nuestra microbiota intestinal?

La microbiota intestinal se considera bastante estable durante la edad adulta, aunque hay factores como la dieta, el ejercicio y el estrés que pueden cambiar durante la edad adulta, lo que a su vez puede afectar a la microbiota intestinal.

A medida que las bacterias crecen, se ven influenciadas por una serie de factores, entre ellos:

● Cuánta agua hay disponible

● El grado de acidez del entorno

● Temperatura

● Disponibilidad de oxígeno

● Frecuencia de sustitución de nutrientes

● Nutrientes disponibles

● Presencia de agentes antimicrobianos

Durante la edad adulta muchos de estos factores permanecen relativamente estables en nuestro organismo y, de este modo, las bacterias que alojamos también se mantienen estables. Existe un dominio de bacterias en las familias Bacteroidetes y Firmicutes. El género de bifidobacterias, un componente tan fundamental en la infancia, ahora solo está presente en el 3 % de la población, aunque continúa siendo importante. Las pruebas demuestran que, aunque las especies bacterianas presentes en el intestino varían entre individuos, las funciones que realizan estos microorganismos son muy similares.

No obstante, los cambios en nuestra dieta pueden influir en los nutrientes disponibles para las bacterias y, por lo tanto, afectar a su crecimiento. Por ejemplo, muchas especies de Clostridium utilizan fuentes de proteínas para el crecimiento, mientras que los Bacteroides suele estar bien adaptados a distintas fuentes de hidratos de carbono. Así, la dieta tiene un gran efecto sobre cómo se conforma nuestra comunidad microbiana.

Además, la medicación y los antibióticos pueden evitar el crecimiento de una serie de microorganismos en el intestino, ocasionando así cambios en las comunidades que albergamos. Esto se demuestra, por ejemplo, con la diarrea asociada a los antibióticos, cuando provocan este efecto secundario (diarrea). A menudo, esto se debe al hecho de que muchos miembros comensales de nuestra comunidad microbiana están restringidos y las baterías que causan la diarrea pueden tener la oportunidad de crecer en su lugar.

Existen otros factores que también pueden afectar a nuestras comunidades bacterianas, por ejemplo, podemos observar que quienes realizan más ejercicio tienen distintos perfiles que quienes no lo practican, y esto podría deberse en parte a diferencias en la ingesta de proteínas, pero las diferencias en la movilidad gastrointestinal también podrían ser un factor.

Se están recopilando datos que sustentan la idea de que el estrés también puede afectar a la microbiota de nuestro intestino. Esto ha conducido a diversas investigaciones sobre cómo las bacterias intestinales pueden afectar a la producción de neurotransmisores.

Así que, en general, aunque la microbiota intestinal de un adulto es estable, los cambios provocados por la dieta y otros factores externos pueden afectar a la comunidad que alberga su organismo. ¿Qué piensa de la relación entre la dieta y los factores de estilo de vida y la comunidad de microorganismos presente en el intestino? Comparta sus ideas con otros alumnos: ¿cree que algunos factores influyen más que otros?